Astrid y Roberto comparten una profunda pasión por los perros. Lulo, su querida mascota, fue una gran inspiración para alimentar su sueño de ayudar a otros animales. Aunque sabían que querían marcar la diferencia, el camino a seguir no estaba claro.

En 2023, Astrid y Roberto viajaron a Colombia para pasar las fiestas allí. Al final del viaje, Astrid decidió extender su estadía para pasar más tiempo con su familia y amigos. Durante este tiempo, conoció a Óscar, quien resultó ser el eslabón perdido que necesitaban para establecer su alianza y hacer realidad su visión.

Después de que Astrid regresó a los Estados Unidos, se reunió con su esposo, Roberto, y le compartió su emocionante experiencia. Inspirados por su historia, la pareja organizó una reunión virtual con Óscar para discutir su visión compartida con más detalle. Óscar, quien también estaba en búsqueda de socios apasionados y comprometidos con la ayuda a los animales, conectó de inmediato con las aspiraciones de Astrid y Roberto.

Con el tiempo, Óscar presentó a Ricardo, un exitoso ambientalista en Colombia y excompañero suyo. La experiencia y dedicación de Ricardo aportaron aún más fuerza a esta naciente alianza.

Todo comenzó a encajar: reuniones regulares enfocadas en definir su visión y misión, delimitar el alcance del proyecto, proponer posibles nombres y desarrollar estrategias de marca. La base de su sueño compartido comenzaba a tomar forma.

El 25 de febrero de 2024, Lulo sufrió una complicación cardíaca repentina y falleció esa noche. La pérdida fue devastadora para Astrid y Roberto, dejándolos con el corazón roto. La voluntad y energía que alguna vez impulsaron sus aspiraciones parecían desvanecerse en medio del dolor.

Sin embargo, después de atravesar un proceso de sanación, Astrid y Roberto encontraron la manera de canalizar su dolor en amor. Se fortalecieron a partir de ese amor, reavivando su determinación y su sentido de propósito. Con un enfoque renovado y una resiliencia inquebrantable, decidieron seguir adelante, honrando la memoria de Lulo al dedicarse por completo a su misión.

En Julio de 2024, después de innumerables reuniones, seguimientos y noches sin dormir, la fundación nació oficialmente en Colombia. Su nombre fue inspirado por Lulo y las virtudes que él representaba: amor, empatía, fortaleza y alegría.

La fundación es un reflejo de cómo Lulo vivió su vida: siempre entregándolo todo a quienes se cruzaban en su camino. Es un testimonio de su espíritu, que lleva adelante su legado de amor incondicional y cuidado hacia los demás.